Dubai ó El arte de destruir ciudades ( I )

Como consecuencia del supuesto necesario crecimiento orgánico de la ciudad, en los años 70, los promotores empezaban a destruir los centros históricos en “beneficio” del crecimiento metropolitano.

En Estados Unidos, las ciudades eran atravesadas por mega-autopistas que llenaban de ruido y polución los centros neurálgicos de las mismas. Los edificios históricos de las ciudades eran derribados y sustituidos por centros comerciales. Se derribaban manzanas enteras para aumentar el número de carriles de las avenidas que favorecerían el tráfico rodado.
En aquel momento se consideró una consecuencia del progreso. Una consecuencia de la movilidad urbana que se vio con buenos ojos desde la política global de la época.

Sin embargo en dos ciudades tienen lugar dos movimientos contrarios a todo este sistema. En Nueva York, Jane Jacobs, una simple ama de casa, ve como su libro “Muerte y vida de las grandes ciudades americanas” se convierte en un best-sellers que es capaz de movilizar a una ciudad entera bajo el lema “ I love N.Y”, en defensa de una ciudad donde lo importante sea el ciudadano y su contacto sensorial con lo que le rodea.

En Milán , Aldo Rossi publica “La arquitectura de la ciudad”, que se convierte en un referente arquitectónico de las teorías de crecimiento y mantenimiento de las ciudades históricas. Aldo Rossi salvó a la ciudad del siglo XX de una destrucción de la que no está a salvo a principios del siglo XXI.

Rem Koolhaas ha sido el arquitecto más significativo de final del siglo XX y fue en su momento el brazo ejecutor de la ciudad propuesta por Aldo Rossi. Ambos fueron capaces de utilizar las mismas teorías de Kevin Lynch desde dos perspectivas totalmente opuestas, no obstante, el hecho de evitar la destrucción de la ciudad de las propuestas del Rossi, fue capaz de unificar las posturas de arquitectos y ciudadanos.

Sin embargo, Koolhaas siempre apostó por otro tipo de ciudad. Una ciudad basada en las comunicaciones y el crecimiento orgánico y descontrolado. Una ciudad que nunca había pasado del papel a la realidad. Sus libros y proyectos iban generando un pensamiento acerca del crecimiento de la ciudad distinto al de Rossi. Unas teorías que eran posibles gracias a que el arquitecto holandés nunca fue un teórico de la arquitectura, sino más bien un narrador del momento en que vivíamos. Y como tal, rescribió su propia “arquitectura de la ciudad”, mediante su “catálogo” S.M.L.XL. donde clasificó los tamaños arquitectónicos según su escala urbana. (...)


Mientras continuo con el artículo, les dejo con un video clave para explicar el funcionamiento de la ciudad de final de sigloXX. Observarán que Koolhaas es un buen narrador de lo urbano, ya que el crecimiento de la metrópolis de final del siglo ocurre a pesar de él. Sin embargo, las imágenes, que corresponden a un video musical de la canción “Remind Me” del grupo sueco Royksopp, parecen creadas desde las oficinas de OMA.